Otra novedad se vivió en la concesión del “Gallico” número nueve, esta vez no premió a una persona sino a un grupo, a los seis componentes del conjunto Iruñako, formado por Joaquín Zabalza, Iñaki Astondoa, Alberto Huarte, Kike Los Arcos, Josetxo García y Enrique Abad.

Treinta años después de retirarse de las actuaciones, pues el grupo nacido en 1956 se disolvió en 1965, volvieron a reunirse sus componentes para recibir el trofeo de NAPARDI. “Hemos roto el famoso refrán “nadie es profeta en su tierra”. Nos sentimos emocionados. Los Iruñako llevaron el folklore navarro por toda España y América. El “Gallico” lo recogió Astondoa que vive en Estados Unidos en nombre de todos sus compañeros.

“Hoy la gente joven no sabe que lo que ellos cantan nos lo enseñaron los Iruñako: el himno de las peñas, el de Osasuna, tantas cosas… Un legado que ahí queda para siempre”, explicaba Jesús Mª. Astrain, contento de ver cómo el “Gallico” se ha instituido en el “premio más importante de los sanfermines y quizás el más popular de Pamplona”.

Los premiados recordaron sus años de convivencia como profesionales y la amistad que todavía les une.También tuvieron un recuerdo de cariño para sus familias y naturalmente la sobremesa se llenó de música, canciones y aplausos.

Coincidiendo con este acto se hizo entrega de otro premio recién creado, una réplica en oro del escudo de la Sociedad destinado “a gente entrañable y querida para los de NAPARDI”.

Lo recibieron emocionados Ricardo García Cerdá, director de La Pamplonesa y el txistulari José Luis Garay. El acto contó con más de 200 comensales y se celebró en el zacatín del Mercado.